martes, 14 de septiembre de 2010

INSTRUMENTOS MUSICALES DEL CULTO A SAN BENITO DE PALERMO / PARTE II

Extraido del libro Los Chimbangueles de San Benito
Autor: Carlos Suárez


El Respondón

 
Este tambor mide 36.5 centímetros de diámetro por 92 de altura. Morfológicamente es muy similar al arriero, pero su afinación es más alta. Ocupa el segundo puesto en la jerarquía instrumental, y su función principal es contestar las preguntas rítmicas del tambor mayor. De lucidez de este diálogo dependen las energías fundamentales del golpe. En el Chimbangalero vaya, conversan así:




En este ejemplo, el tambor mayor y el respondón establecen un intenso diálogo rítmico, utilizando el tiempo y los silencios, para producir tensiones y distensiones que enriquecen el discurso musical. Un ejecutante deficiente del tambor respondón es como un conversador mediocre que ahoga el diálogo y desmotiva a su interlocutor con respuestas intrascendentes.
El respondón, cuando no está contestando al mayor, ejecuta patrones básicos que cambian según la localidad y el ejecutante. Como ejemplo de este fenómeno, ofrezco algunas de las bases tocadas por este tambor en el golpe Cantica:



En la transcripción podemos observar cómo el cuarto tiempo del compás se encuentra en silencio. Las cuatro bases, pese a sus diferencias rítmicas, mantienen la esencia de su función dentro del golpe, que es contraponerse al sonido del tambor mayor.
Como su nombre lo indica, este tambor responde al mayor para conformar una especie de mayéutica sonora, que acrecienta la riqueza expresiva del chimbánguele. El mayor propone, el respondón contesta, y la lucidez de este diálogo incesante revela nuevas facetas del misterio ancestral. Los ejecutantes de estos tambores pueden llevar la carga expresiva del golpe tan lejos como sus conocimientos musicales y virtuosismo lo permita. Pero además el tamborero puede crear, pues recibe una tradición acústica cuya riqueza puede ser acrecentada.
En un ejemplo transcrito a continuación, podemos observar cómo estos dos tambores conversan en un golpe Misericordia ejecutado en Bobures:




En el sexto compás, el tambor mayor ejecuta una variación a su base, el respondón le contesta gregando una nota. Como los motivos de la variación destacan sobre la base, el diálogo entre los tambores se percibe con toda claridad. En algunos casos podemos observar cómo los diálogos se stablecen acentuando sus bases (compases 7 y 8, 19 y 20, 28 al 31).

El cantante

Mide 33 centímetros de diámetro por 92 de altura. Como el arriero y el respondón, es en su parte nferior un poco más angosto que en la superior. Todos los machos tienen en la base de su cuerpo una abertura que mide la mitad de su diámetro, lo que hace descender su afinación y aumenta la esonancia interna del tambor.
La función fundamental del tambor cantante es duplicar el ritmo que ejecuta el respondón,
como el medio golpe, por su parte, dobla la base del arriero. En la siguiente transcripción del olpe Chimbangalero vaya, puede observarse este fenómeno:


Al duplicar el patrón básico del respondón, el cantante permite que este tambor converse con el arriero, garantizando que el golpe mantenga firme su base estructural. En algunos casos el cantante se integra a los diálogos del arriero y el respondón. Estas intervenciones exigen un alto grado de maestría por parte del ejecutante, pues de otra forma, el golpe se haría confuso perdiendo el sentido de sus fuerzas internas.
Los patrones básicos ejecutados por el cantante cambian según la localidad y el ejecutante. A continuación, ofrezco algunos ejemplos de las bases tocadas por este tambor en el golpe Cantica, en algunos pueblos del Sur del Lago: 
 


Estos patrones básicos son esporádicamente interrumpidos por las variaciones que el cantante aporta para enriquecer las polirrítmias, como en el golpe San Gorongome:



También ocurre en el golpe Misericordia, en el que se ejecutan variaciones como estas:




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